13 de febrero de 2025

2 + 2 = 5

Comparar las vidas de las personas no tiene sentido alguno, no es motivador. Tu energía ha de ser para perseguir ser mejor pero no para compararte con otros.

Desde hace un tiempo el entrenamiento en todas sus variantes, además de ser mi vía de escape y ese momento en el que todas las piezas del puzzle que hay en mi cabeza se colocan, se ha convertido en mi trabajo y en mi forma de vida.

Mi día a día es un banco de pruebas, una especie de ensayo y error continuo. Porque sabemos la teoría, sí, pero usando mi propio cuerpo como laboratorio y escuchándolo a diario, llevo años demostrando(me) que la práctica nos puede decir otra cosa.

No siempre 2 + 2 es igual a 4 porque no hay dos personas iguales, ni dos organismos iguales, ni dos vidas iguales. 
Los límites los marcan los deportistas y no los libros. El cuerpo aguanta y soporta mucho más de lo que creemos, lo difícil es convencer a la mente. Estoy seguro de que en unos años cambiarán los libros y todos entrenarán más de lo que ahora consideran el límite.

Comentaba en la entrada anterior que llegaba a la salida de la media maratón de La Coruña tras una "semana de tapering" de más de cien kilómetros y un total de 552 acumulados (compartidos con unas cuantas horas encima de la elíptica) en el contador de este ilusionante 2025. Y los días posteriores han ido en la misma línea, convencido de que el camino correcto no tiene que ser necesariamente el camino de todos y que siempre vas por la senda buena cuando lo que haces tiene sentido para ti.

Lunes: 12 km (4:16/km - 51min)

Martes: doble sesión.
  • Mañana: 10 km progresivos (4:30 - 4:18 - 3:58 - 3:45 - 3:45 - 3:38 - 3:34 - 3:31 - 3:31 - 3:26) + 2k soltar
  • Tarde: 9 km progresivos (4:30 - 4:09 - 4:01 - 3:53 - 3:45 - 3:45 - 3:45 -3:45 - 3:27)
Miércoles: doble sesión.
  • Mañana: 15 km (4:20/km - 1h05min)
  • Tarde: 38min elíptica
Jueves: 14 km (4:13/km - 59min)

"El camino marca una dirección
y una dirección es mucho más que un resultado"

La vida no tiene reglas, así que o creas las tuyas propias o vives las de otros. Hay que liberarse de condicionamientos, liberarse del adoctrinamiento que hemos recibido. Cuando no tenemos una filosofía de vida corremos el riesgo de malvivir, corremos el riesgo de caer en el nihilismo, en el riesgo de ¿para qué hago esto?, ¿a dónde voy?, ¿realmente tiene sentido que me levante cada mañana a hacer esto, a hacer lo otro?... Una filosofía nos da una dirección, un camino, un manual de instrucciones para actuar. Y las personas actúan conforme a su identidad porque los seres humanos somos una máquina perfecta de eficiencia energética.

Hablando de entrenamientos, caminos, direcciones y resultados, podemos mencionar lo que se conoce como el "método noruego" (del que yo utilizo cosas para mí y para mis deportistas) que debería ser mejor denominado como "método para Jakob Ingebrigtsen" porque es el que le va bien a él. Pero también es cierto que los dos atletas que le han ganado en el milqui no utilizan su método y han llegado a ser campeones del mundo. Entonces para Jakob ese sistema de entrenamiento es buenísimo, sobre todo porque está cuatro meses en forma mientras que los que le han ganado lo han hecho ese día, pero no lo han conseguido más veces. 
Podemos concluir que para Jakob el "método noruego" es el mejor, pero ese día no ganó. Por ello yo abogo por un entrenamiento personalizado e individualizado. Tú tienes que ver las características del atleta, cada uno tiene sus fortalezas y debilidades. El deportista tiene que creer en el entrenador (y viceversa) y luego individualizar y buscar el método que mejor le vaya a esa persona que ha depositado su confianza en ti. No vale para todos lo mismo. 
Dentro de mi grupo tengo diferentes perfiles por lo que no debemos de copiar ningún método, sino buscar en cada deportista el que mejor le vaya a él. Y vamos probando con pinceladas de alguna cosa que los libros y la experiencia nos van dando.
Lo que debemos de hacer los entrenadores (coaches, monitores, preparadores... llámanos como quieras) es ayudarnos un poco de las cosas nuevas que vengan pero sin volverse locos con ellas. Confiar en el entrenador y la individualización son claves.

No hay plataforma aún inventada que nos dé tanta información como una conversación de tú a tú con la gente, amigos, con los que trabajas. Porque lo esencial de una carrera es como te preparas y como la planificas, el camino a ella es lo realmente importante. Cuando el viaje es bueno, el resultado solo puede ser fantástico. Y no hay casualidades. Si un compañero se alegra por tu éxito, te abraza, grita, te da un beso es porque tú has dejado huella anteriormente.

El éxito de un entrenador, sobre todo en el campo amateur que es donde nos movemos, se mide por la cantidad de vidas tocadas favorablemente, no de juegos o campeonatos ganados. Los trofeos se opacan y se llenan de polvo, o las medallas terminan en un cajón olvidadas con el tiempo.
Las vidas tocadas favorablemente vuelven grandes a hombres y mujeres.

"El único motivo para no amar el deporte
es el miedo a conocer tus propios límites"

La "triple k"
Como deportista, para mí el secreto está en la disciplina y la pasión. En levantarse todas las mañanas con la ilusión del primer día. Y hacerlo con el compromiso y la constancia que implica ser maratoniano, que no es lo mismo que finisher. Acabar se acaba caminando si te pones; pero ser maratoniano es un estilo de vida. Es una apuesta a la "triple k". Kilómetros con kilómetros con más kilómetros. Y a eso hay que añadir una dura gestión de las emociones. La motivación, la falta de ganas, la pereza, la competitividad con los demás o uno mismo, el miedo, la adrenalina, el calor de los que te acompañan y te esperan en la meta, el frío de los nervios, el ansia de acabar antes de empezar, la fe en uno mismo... Fe que tienes que buscar en el día a día y rebuscar en esa prueba. Creer en algo lo crea. Y sí, claro que hay días en los que te lo replanteas todo y te apetece prenderle fuego a las JOMA. Pero, por otra parte, días en los que a pesar de lo retorcida que uno tiene la cabeza, te acabas calzando las zapatillas y lo único que acaba echando humo es la cinta.
De esta forma, hace tiempo entendí que para triunfar hay que trabajar un poco más que el resto. Y cuando hablo de triunfar, hablo de resistir. Porque el que resiste gana. Es más, si se hace con grandeza, es lo mismo resistir de último que resistir de primero.

También entendí que el maratoniano en la mayoría de los casos "se hace". Porque descubre que correr es una metáfora de la vida misma; con dolores, con esfuerzos, con sacrificio, pero que a la larga da alegrías, satisfacciones y recuerdos inolvidables.
Porque lo más importante es estar feliz, tener un estilo de vida que te guste, el que tendrías aún no siendo atleta. Esa es la clave para ser un buen deportista.

El entrenamiento del maratón no es para correr 42 km (y 195metros). El entrenamiento del maratón es para correr 12 km, que son los que van del 30 al 42. 
Todo lo que entrenas es para poder aguantar luego la velocidad desde el 30 hasta el 42. Porque 30 km cualquier persona que haya hecho bien un par de medias maratones, te los va a hacer. A partir de ahí, da igual el nivel que tengas, da igual el ritmo al que vayas, hay un momento en el que las piernas se ponen como palos de madera, y como no tengas un buen entrenamiento -tanto físico como mental- se acabó.

La maratón es democrática, no te pienses que puedes estar por encima de nada ni de nadie.
En una distancia en la que intervienen tantos factores no hay magia... ¡Pero es mágica!


Si tú también tienes algún objetivo en mente y te apetece compartirlo con gente sana y estar asesorado/a, en nuestro grupo de entrenamiento tienes un sitio.

La experiencia no se compra pero adquirirla cuesta un huevo.

¡Seguimos trabajando!

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