6 de febrero de 2025

CORRIENDO Y CURRANDO

Es un juego
Correr es un juego contra tu cerebro y tus piernas. Un juego donde hay pocas normas, rivales que no son rivales y mucha estrategia. 
Te engancha. Te frustra. Te olvidas de todo lo demás.
Se pueden hacer trampas pero terminas perdiendo siempre.
Y un juego solo tiene un propósito: JUGAR.

Asesorando, guiando y acompañando a otros en busca de su mejor versión, sigo trabajando también en busca de la mía. Esa es mi vida.


Corriendo.
El domingo estaremos en la media maratón de La Coruña para recorrer sus 21,097km que me servirán para saber "cuanto valgo" en estos momentos, siempre con el punto de mira puesto en la maratón de Badajoz (16 de marzo). Antes haremos labores de liebre portando el globo de 1h24min en la media maratón de Siero (2 de marzo) y le pondremos el punto y seguido a esta ilusionante preparación en los 10k de La Virgen del Camino (9 de marzo). 
Si todo va según lo previsto, una semana después de completar los 42km y 195metros en tierras extremeñas, estaremos en la media maratón de León (23 de marzo) donde le pondremos la guinda al primer trimestre del año.
Estrenaremos abril con otro nuevo asalto a la distancia reina en la maratón de Zaragoza (6 de abril), antesala de la maratón de Vitoria (11 de mayo) para cerrar el mes en la media maratón Ruta de La Reconquista donde, un año más, volveré a "coger el globo" de 1h30min.

El objetivo de correr
Con el tiempo correr me ha enseñado que el verdadero objetivo no es el tiempo o la distancia sino lograr ser mejor persona. Correr te debe enseñar a ser respetuoso, honrado, humilde, disciplinado, consciente, empático y entregado hacia lo que te apasiona.
Si correr te ha hecho ególatra, creído, tramposo, indisciplinado, envidioso y propenso a criticar, aunque tengas buenos tiempos o logres grandes distancias, el deporte no te ha servido de nada.

El deporte sirve a la sociedad para dar ejemplos de excelencia y calidad humana. El verdadero ejemplo no es ser el más rápido, el más fuerte, ni el más resistente. El verdadero ejemplo lo da toda persona que quiere transmitir valores, lo dan aquellos que en lugar de destruir, construyen, que en lugar de criticar, apoyan.
Todo corredor que muestre valores es un gran ejemplo a seguir sin importar su marca o la distancia que corra.

Amigos corredores: fomenten los valores en el deporte y que transciendan en su vida diaria, den ejemplo a sus hijos, compañeros de vida, de escuela, de trabajo y a su familia. El mundo más que nunca los necesita.
Porque un mundo que corre es un mundo feliz. Y un mundo feliz es un mundo en paz.

 
Currando.
Los entrenadores necesitamos una manera de medir las dosis del entrenamiento que le mandamos a la gente, lo que es un problema por resolver y me atrevo a decir que irresoluble, da igual la IA que le quieras aplicar.
Cuando los entrenadores (asesores deportivos, míster, coach... llámanos como quieras) planteamos un entrenamiento, no tenemos mucha idea de cuanta dosis te estamos dando (y de qué). Al final tu cuerpo recibe dosis y tu entrenador piensa que te va a servir para mejorar tu nivel de rendimiento pero el cuerpo no va a distinguir si tú le llamaste fuerza explosiva o fuerza rápida en un papel o en una plataforma. El cuerpo va a recibir un estímulo (además ese día vamos a estar más o menos cansados, descansados, nutridos, hidratados...) que hace un efecto determinado.
Entonces queda muy bien "vender" ciencia aunque está más que demostrado que es un tema que aún está muy en pañales. No sabemos bien cuantificar las dosis de lo que estamos mandando porque hasta los famosos TSS de Training Peaks solo sirven para la bici (y si tienes potenciómetro). De otra forma no tienen ningún tipo de fundamento.

Los entrenadores no tenemos ni idea en ninguna sesión que mandamos de cual es exactamente el impacto que te va a hacer a ti como atleta. Obviamente, tampoco somos tan majaderos, hay una serie de motivos por los cuales, incluso por la experiencia, consideramos que tú necesitas esta dosis. Es una especie de ensayo/error observacional y, basados en distintos parámetros, vamos viendo cual es la respuesta que más o menos esperamos.
Yendo al grano es un problema irresoluble el de la cuantificación porque además nos estamos basando en lo que te mandamos porque analizar bien lo que haces al detalle es imposible. No tenemos la capacidad hoy en día tecnológica que nos permita saber cuanto vale tu entrenamiento en este estado concreto en el que estabas hoy y que efecto exacto te va a hacer en función de lo que hagas además después de la sesión de entrenamiento. Es muy complejo.

Por ello hay que darle una perspectiva lo más científica posible sin olvidarnos de las sensaciones. Porque podemos hablar de ciencia hasta mañana, pero todo esto es muy emocional y sobre todo en el nivel que nosotros tenemos y nos movemos. El día de la carrera no vas a ganar nada, más allá que un conjunto de emociones y satisfacciones.
Las sensaciones siempre las vas a tener y atenderlas es fundamental para intentar poner números a las mismas; y eso siempre le puede dar un indicador al entrenador que nos ayude a planificar con cierta lógica.

El objetivo es llegar a ese punto en el que cada vez tú estás entrenando más pero la fatiga global es similar. Cuando miras las estadísticas con el paso de las semanas de una temporada y ves que vas sumando más kilómetros en menos tiempo y las recuperaciones son cada vez más rápidas, eso quiere decir que vamos bien. 

El deporte no es ciencia aunque esta se use para tomar decisiones. El entrenamiento científico no existe.
Todo está inventado. La diferencia está en ponerse en la piel de la persona que pretendes que con tu influencia se convierta en una mejor versión de sí misma y, porqué no, en una mejor persona.

En realidad hay un componente humano que siempre va a tener que estar. Esa observación del entrenador o esa conversación de tú a tú, respecto a otras cosas que tenemos en la vida, siempre va a hacer falta y ese acompañamiento de alguien en quien confías es fundamental. 
La parte emocional es la que nos mueve y tener a alguien que te guíe en la toma de decisiones para que tú no te ciegues solamente con los números, es la base sobre la que se sustenta todo desde mi punto de vista.

Resumiendo, los entrenadores damos recomendaciones basadas en ciencia pero el entrenamiento no es científico, ni nunca lo va a ser.
Los entrenadores tenemos que aprender a trabajar con personas y no con deportistas.

Cada cual debe saborear sus virtudes sin destruir la de los demás, dejando a un lado la envidia insana y promoviendo lo que nos construye, que no es otra cosa que nuestra capacidad de admirar y crecer junto a los demás.


Si tú también tienes algún objetivo en mente y te apetece compartirlo con gente sana y estar asesorado/a, en nuestro grupo de entrenamiento tienes un sitio.

La experiencia no se compra pero adquirirla cuesta un huevo.

¡Seguimos trabajando!

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